Un acto de amor. Por Marta Fragozo Bustamante
- ccomuniacionescrit
- 25 ene 2021
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3:30 a.m., mezclo y mezclo y mezclo sin parar la sustancia blanca con la harina Pan, espero que su gusto sea igual. Se alegrarán cuando vean el desayuno puesto en la mesa, pensarán que es un acto de amor, y lo es, todo esto lo hago por amor.
Pronto se encuentran las arepas en el budare, no tengo nada más para ofrecerles, el cantar de los gallos me anuncia la salida del sol, falta poco para que despierten, con el dolor en las tripas y la cabeza dando vueltas por el hambre. Se lanzarán como si fuesen animales sobre la mesa, devorarán todo en un segundo sin pararse a saborear siquiera el alimento, no sentirán el ligero sabor amargo que se alojará en sus gargantas, aunque sea un acto de amor.
Aparece uno y luego el otro, se despertaron pronto por el olor inconfundible de la comida. Falta un poco más para que pueda servir, me he tomado la molestia de decorar la mesa, con amor, siempre con amor.
Se sientan ansiosos, esperando, esperando por mi acto de amor, les sonrío justo antes de colocar las arepas en la mesa y sucede tal como lo imaginé: las desgarran, sonríen con los dientes sucios, pierden cualquier modal que antes hayan aprendido, están felices.
Yo solo los observo, los detallo, miro sus pupilas dilatadas por la felicidad, sus boquitas sucias, sus manos que no parecen estar lo suficientemente llenas, queriendo más, en sus ojos veo cómo reciben mi acto de amor.
Y cuando empieza cierro mis ojos, no puedo verlo, pero puedo sentirlo. El temblor, las manos tomando mi vestido con urgencia, haciéndose cada vez más fuerte el agarre, escucho los jadeos, sus pulmones pidiendo oxígeno, sin poder hablar, es como si gritaran. Y mientras todo sucede solo puedo pensar en que es un acto de amor, no es dulce, es amargo, amargo y ácido y quema, pero es amor y el amor es felicidad, y no puede haber felicidad sin libertad.
Los arrastro, uno por uno, no sentirán frío, me aseguraré de abrigarlos y de que estén cómodos cada día, porque esto es un acto de amor y el amor es cálido, y sin vida no puede haber amor.
Este microrrelato está inspirado en la obra “La cena” de Antonio López.




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