top of page

El momento. Por Luis Fernando Montilla


ree


Corría el día 300. ¿O era el 299? Bah. En lo que a él concernía, podía ser el día 548 y tampoco habría mucha diferencia.


No tenía nombre. No tenía edad. No tenía familia, y mucho menos algún amigo. Tal vez en el pasado sí, quizás hubiese sido incluso una persona que atravesaba mar y tierra acompañado por los que quería, pero ahora era poco más que un hombre que estaba encerrado entre cuatro paredes.

El momento en el que todo se jodió estaba demasiado lejano para recordarlo, pero él sabía las mil teorías que corrían por la red. Que si transformaba a la gente en zombis, que si los mataba diez minutos después de infectarse, que si les daba esto, lo otro… nadie se ponía de acuerdo, había gente que incluso negaba su existencia (y momentos después, era consumida por la enfermedad).


El hombre solo estaba esperando que se acabara ese día, que parecía interminable. Sentía como si todo ese tiempo hubiese sido estirado a niveles absurdos, pero algo le decía que todo se acabaría pronto. Nada más debía esperar al momento adecuado para cruzar la puerta. Los segundos observándola se transformaban en minutos, los minutos en horas, las horas en días, los días… No. Ya era suficiente. Su cuerpo se movió solo, caminó para sobrepasar el último obstáculo que lo había tenido prisionero por tantos años y, por fin, la abrió.


No había ni un solo día, de los mil que habían pasado desde ese momento, en el que no se arrepintiera de haberlo hecho. Su subconsciente quiso protegerlo, y borraba de su memoria cada día que transcurrió después del 299.



Microrrelato creado a partir de “La persistencia de la memoria”, de Salvador Dalí.

1 comentario


bottom of page