Como en un programa de TV. Por Sophia Gomes.

Hoy me levanté del asiento trasero de mi auto, somnolienta. Al despertar, lo primero que vi fue un montón de gente con mascarillas desayunando dentro de sus carros. Antes gozábamos del privilegio de ir a cualquier parte sin preocuparnos por la gasolina de los vehículos. Lo que nunca me imaginé fue que algún día me encontraría encerrada en mi auto, esperando poder echar gasolina.

¿Qué ocurriría si tuvieras que pasar días dentro de tu auto? Creo que nadie se lo plantea; suena incómodo e irreal, casi como participar en uno de esos programas de televisión en donde las personas se ven obligadas a pasar por retos extremos para ganar dinero. Pero sí, tengo días enteros tratando de distraerme para no morir de aburrimiento mientras espero detrás de una larga fila de automóviles que parece infinita.

Vivir dentro del carro no es fácil y menos si se vive en Venezuela, uno de los países más inseguros del mundo; además, dentro de un carro no se tienen las comodidades de una casa. Nadie se merece hacer una cola que dure más de una semana completa únicamente para llenar un tanque de gasolina.

-¡Esto me parece algo insólito! -se quejaba una señora que se encontraba delante de mí en la fila.

-¿A dónde vamos a parar?- preguntó otra, refiriéndose a la situación decadente por la que pasamos los venezolanos.

Son el tipo de afirmaciones y preguntas que día tras día nos hacemos los venezolanos, obligados a vivir sin calidad de vida; en un país en donde ni siquiera se cuenta con los servicios básicos.

Tengo la esperanza de que algún día, conoceré el país del que mis abuelos y mis padres me hablaban, en donde se podía vivir sin preocuparse por cosas tan básicas como llenar un tanque de gasolina.