Carta al corazón. Por Michelle Ponceleón Báez

Viernes 24 de octubre de 2020.

Hola, Michi, espero que estés bien. Llevo unos días pensando en cómo escribirte, en cómo hablarte, pero no he encontrado la manera, ni el valor, para hacerlo...

He querido escribirte por una razón. Aunque he estado mal estas últimas semanas, y si veo atrás, meses, no tiene nada que ver contigo, por lo que primero creo que me debo disculpar por dejarte sin saber de mí. Estas últimas semanas he intentado unir a mi familia, un vínculo que está mucho más roto de lo que creí. Estas semanas me han dado tiempo para pensar; pensar en qué hago y qué quiero hacer, con lo que llegué a varias conclusiones. Una de ellas, y la más importante, es que quiero estar solo. Y eso es lo que más me duele, porque eres la persona más importante de mi vida; justo por lo que no debo estar contigo. De todo corazón me disculpo por herirte tanto en estos últimos meses como en estos últimos dos increíbles años en los que me hiciste el hombre más feliz del mundo...

Te escribo este mensaje porque soy un cobarde, y no te lo puedo decir ni de frente ni en audio; ni siquiera puedo escribírtelo directamente. Soy un cobarde terminando contigo por mensaje, no soporto pensar en lo mucho que te hiero. Te pido de todo corazón que no me dejes volver, porque no lo merezco, a pesar de que sé que lo intentaré. Aún te quiero, pero ya no quiero que estemos juntos. Lo siento, y buena suerte...

Y ahí estaba yo, una joven alta de ojos claros a punto de salir de mi casa a hacer una entrega postal, intentando leer un mensaje de texto con lágrimas en los ojos que impedían su lectura, mientras sostenía una carta que decía:

Jueves 23 de octubre de 2020.

Hola, Guille. Ya sé que es una tontería, pero quería decirte lo mucho que te amo, y lo importante que eres, no sólo para mí, sino para el resto de las personas que te rodean. Quiero que jamás dudes que nunca vas a estar solo, siempre me tendrás aquí cuando me necesites. Porque, como te lo prometí aquella vez hace ya dos años, somos un equipo, en las buenas y en las malas.

No sé qué habrá pasado con tu familia, no sé qué habrá pasado para que hayas tomado la decisión de desaparecer por un tiempo. Lo único que sé, y que puedo afirmar con todas mis fuerzas, es que eres la persona que más admiro en el mundo; y aunque sé que mi opinión no es la que deseas escuchar, solo quería decírtelo. Yo sé que vas a llegar lejos. Me haces la persona más feliz en todo el universo, gracias por ser tú.

Te amo, siempre lo haré.

Atentamente, Michi