Sueños frustrados. Por Laura Fajardo
- ccomuniacionescrit
- 21 jul 2021
- 1 Min. de lectura

Ojos cerrados.
Ojos cerrados y una gran sonrisa se forma en mis labios.
Mi mente despejada y mis sentidos toman control sobre mi cuerpo. Todo lo que puedo sentir es la humedad del espacio cerrado, un calor soportable, cuerpos rozando unos contra otros, la gota de sudor que corre por mi sien, siento el bajo de la música retumbar por todo mi ser y la gente a mi alrededor cantando las canciones que coloca el DJ.
Abro mis ojos.
Abro mis ojos y veo a mis amigos pasando un buen rato. Y todo lo que puedo hacer, aparte de bailar al ritmo de la música, es reír. Me río porque siento que hace tiempo no me sentía así de libre, así de feliz.
Cero estrés.
No me quiero ir de este lugar, quiero seguir sintiendo este alivio que sobresale de mis poros y nunca más tener que preocuparme por algo.
Vuelvo a cerrar mis ojos.
Vuelvo a cerrar mis ojos y, de repente, la canción que estaba sonando es interrumpida por un sonido espeluznante, es como un chillido atorrante. No me gusta ese sonido. Cállenlo.
Cesa mi felicidad. Pero, ¿qué es esto?
Vuelvo a abrir mis ojos, y lo primero que veo es un techo. ¿Luego?
Luego recuerdo en dónde estoy. Lo primero que sale de mis labios es…
“Cuarentena infernal”.




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